Junto todo el coraje que le quedaba, tomo su lapicera y empezó tímidamente a escribir, aquello que por cobardía o ese miedo existencial de creerse vulnerable, vulnerable a la magia de esos ojos color avellana gigantes cuando se posaban en su mirada... y empezó
Carta 1
Me canse de andar con la mirada perdida, buscando algún detalle, alguna casualidad que nos una., también de las canciones de amor de la radio, llenas de palabras vacías, del café de la mañana, de la tortura de este lunes gris.
Me canse de sentirte mía, tan mía a pesar de la circunstancias, del tiempo, y de una realidad que me golpea ante tanta monotonía.
Me canse de inventar historias de amor, de crear finales diferentes al nuestro. Me canse de Marquez y Benedetti, y de esas letras que me hacen recordarte.
Me canse de extrañarte y de maldecir por todas aquellas cosas que jamas dije y que quizás necesitabas oír...
Carta 1
Me canse de andar con la mirada perdida, buscando algún detalle, alguna casualidad que nos una., también de las canciones de amor de la radio, llenas de palabras vacías, del café de la mañana, de la tortura de este lunes gris.
Me canse de sentirte mía, tan mía a pesar de la circunstancias, del tiempo, y de una realidad que me golpea ante tanta monotonía.
Me canse de inventar historias de amor, de crear finales diferentes al nuestro. Me canse de Marquez y Benedetti, y de esas letras que me hacen recordarte.
Me canse de extrañarte y de maldecir por todas aquellas cosas que jamas dije y que quizás necesitabas oír...