lunes, 16 de marzo de 2020

Palabras

Yo no quería esto, yo iba a otra cosa, buscaba entonces los pequeños destellos de la cotidianidad, me encontraba inmerso en el tiempo de los buenos augurios, en las ramas mitológicas de las buenas nuevas, yo quería un poco de paz, de luz.

Te asusté lo se, a veces mi cara dice otra cosa, a veces parece que voy mas allá, pero no, yo quería quedarme mas acá, no pretendía un contrato estable de buenos días y división de intereses, aunque no parezca soy mucho mas simple.

Quería despertarme tarde, chantajearte con alguna historia, caminar, no me refiero a los monstruos de cuatro pies, de dos cabezas que andan por la calle, no… caminar a tu lado estaba genial, siendo yo un universo paralelo, casi sin que se note que voy con vos, charlar sobre Cortazar y Benedetti, escuchar a Edith Piaff, aprender algo de vos, como todos los días y discutir las efímeras crónicas de los periódicos. Caerle bien a tus padres, irte a buscar a la facultad, cargar un poco esa pila de libros y carpetas.

Ir al cine o ver una aburrida película, me interesaban las noches de los pies descalzos apoyados en cualquier mesita, morirme de la risa, mirar al sur, quedarme callado, acribillarte con miradas. Yo quería el olor a café de la madrugada con poca azúcar, temblar de frío, jugar a hacer aureolas con el vapor de la boca, yo quería los barcitos chicos, cortar en dos las medialunas. Que tu voz esa tierna y tranquila música se convierta en gritos de ira cómica cuando fume mas de lo debido, cuando el cuerpo mío reclame por un poco de aire tuyo. Jugar en las baldosas flojas, cortar las hojas de algún árbol, verte mirando desentendiendo todo y entendiendo lo simple, entendiéndome a mí.Yo quería algo de viento en la cara, tu perfume, me fui por las ramas con palabras huecas, carentes de toda alma, de toda estrella nocturna.

Hace mucho Perdí en alguna calle, en alguna esquina la miseria de lo invariable, hace mucho tuve que llorar para adentro y me olvide como se hacía para afuera, me olvide como uno tiene que secarse las lagrimas con los puños, me olvide con el paso de los días cómo es que se puede ser viento y piedra, y ser alma, me olvide el mapa que lleva al tesoro, siempre todas las ciudades esconden un tesoro y nadie nunca lo sabe, alguna vez lo supe pero ya no, y pensé por dos minutos, mientras se reflejaba tu rostro en un vidrio que podía estar por acá nomás...

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