El frió quemaba las manos en la inmensa Buenos Aires, la gente empezaba su semana llena de problemas, de crisis, de nervios, su marcha era acelerada por culpa del maldito y tirano tiempo , mientras que ella con su taza de mate cocido dibujaba al menos una simple sonrisa en una hoja blanca, era una señora de unos cuantos años , de piel agrietada por el invierno, por el hambre y la indiferencia de la gente. Solo atine a mirarla con ternura acordándome de mi abuela, de sus café con leche en mañanas frías como esta, me llamo mucho la atención el dibujo de un hombre con buen porte con una sonrisa que realmente iluminaba aquella ilustración, y me quede observando aquel retrato, que ella con tanto esmero dibujaba. Luego ya volviendo a mi hogar, me puse a imaginar (como siempre lo hago), acerca de esa señora, del retrato de aquel hombre al que tanto sentimiento trataba de plasmar, que ya casi no recordaba y antes de olvidarle por completo habría decidido tenerlo presente en aquella ilustración, ese hombre se habría enfermado de joven y murió al poco tiempo luego de haber invertido todo su dinero en tratamientos, pero ella prefería recordarlo así con esa sonrisa perfecta, con ese porte importante, como cuando lo conoció en aquel Buenos Aires de un tango perdido de Homero Manzi, había dado todo por el y aun asi no pudo retenerlo y decidió quedarse en una esquina olvidada de Buenos Aires dibujándolo recordándolo como en aquellos viejos tiempos.
Fui como una lluvia de cenizas y fatigas
en las horas resignadas de tu vida...
Gota de vinagre derramada,
fatalmente derramada, sobre todas tus heridas.
Fuiste por mi culpa golondrina entre la nieve
rosa marchitada por la nube que no llueve.
Fuimos la esperanza que no llega, que no alcanza
que no puede vislumbrar su tarde mansa.
Fuimos el viajero que no implora, que no reza,
que no llora, que se echó a morir.
Fuimos Homero Manzi.
Nostálgico y melancólico el texto de hoy, y no por ello exento de la belleza que imprimes en todos ellos. Nunca dejes de imaginar historias de la gente que nos rodea, en ocasiones serán mejor que la realidad que les envuelve. Gracias Emanuel.
ResponderEliminarUn abrazo desde España a 40º, a la sombra¡¡.
gracias por tu visita, realmente me conmovió aquella mujer y toda la situación.
EliminarUn blog muy profundo, que llena el alma y te hace reflexionar. Me encanta tu blog
ResponderEliminarEspero tu visita por mi blog y que me sigas; te sigo! :D
un besito
gracias te sigo
EliminarUna hermosísima historia, como las que me gusta leer y contemplar
ResponderEliminarAbrazos
Rodolfo es un gran honor siempre tus comentarios y tus visitas. gracias!
EliminarA veces no nos atrevemos a dar ese paso que puede cambiarnos la vida y apostamos por quedarnos inmersos en un pasado que aunque fuera bueno es solo pasado.
ResponderEliminarQué bueno que estés pasando frío yo lo prefiero a este infierno que estamos sufriendo por estas latitudes, un saludoy gracias por tu visita.
Gracias por tu visita el invierno tanto como otras estaciones nos regalan escenas que algunos la convertimos en historias. gracias!!
Eliminar