Es curioso verte remendar las sillas del comedor, calculo que eso habrás hecho con mi vida, enmendando mis días grises sacando el olor de humedad, abriendo ventanas cambiando los manteles de mi vida.
Me regalaste tu presencia y tu amor cuando menos lo merecía, en la hora gris y confusa, donde todo es oscuridad y pena. Me diste motivos por que seguir, un futuro lejano y mil despertares siempre pero siempre a tu lado.
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