Creo que te vi, vestida de domingo amanecida con las ojeras más lindas que este mundo hubiera podido ver, y yo tan cansado tan roto no supe que decir y mucho menos que hacer.
la gente, los trenes, toda la estación quedo en cámara lenta, desde ahí súpe que ya nada volvería a ser igual. Yo que venía tan ciego creyendo en la mediocridad absurda de la rutina, no supe que decir ni cómo actuar, solo te bese , y en ese beso sentí como se rompía todo lo que hasta en ese momento sabía o pensaba. Rompiste mis esquemas sin remordimiento, y me perdí en el caos y revolución de tus pestañas.
No sé en qué momento la vida nos soltó, cuando nos desencontramos tanto que de todos los viajes que proyectamos y las ciudades que pensábamos conocer quedaron vacíos, todas las librerías donde queríamos perdernos se quedaron grises de no vernos sonreír juntos.
Hoy que los años pasaron tanto y tan mal, te recuerdo como lo que fuiste un huracán en forma de mujer , que destrozó todo lo que tenía alrededor incluyéndome a mí...
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